La ayuda que no ayuda
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Hoy en día, cuando la sociedad no ha podido descifrar la pesada e inquietante carga existencial, generada por las innumerables conductas enfermas de las personas, evidencia que el problema está presente no solo en quienes padecen, sino también en quienes de oficio pretenden ayudar a otros con esta situación.
Volviendo al comienzo, la sociedad está atravesando una gran crisis, diferente a las que históricamente se conocen, en la que además del aspecto social, político y económico, existen elementos mucho más profundos, dado a que la raíz del problema se ha germinado en cada unas de las personas que existen, y no afuera, aunque termina afectando en el colectivo. Estos aspectos insanos e internos son muy sutiles, por eso es difícil detectarlos, pero una vez que los detectas en ti, lo reconoces y los sanas, podrás detectar fácilmente en otras personas estos aspectos enfermos.
Todo parece apuntar a que el propósito de sanar es prioridad, y en ese sentido, podemos comprobar que la incapacidad del hombre para sanarse, surge por la incapacidad de actuar en base a principios o leyes universales. Vemos como todo va formando parte de una cadena, donde una cosa va generando la otra y como consecuencia surge el mayor peso existencial humano, las relaciones y el mal juego de poder.
Cuando alguien se siente atormentado, agobiado o inquieto por algún conflicto, lo primero que hace es buscar ayuda externa, y el punto más delicado en todo esto podría ser que años de estudios no garantizan que alguien tenga la habilidad para ayudar a otros a sanar algo sin antes haberlos sanado en su persona. Posiblemente, esa persona que ofrece la ayuda, no ha resuelto problemas similares en su vida y lo más probable es que guíe en función de su propia visión o teorías y no por la experiencia. El consejo es que se indague bien sobre la vida de la persona que buscamos para que nos ayude, su vida debe ser transparente, honesta, íntegra, ya que éste que ayuda debería ser un modelo a seguir, de ser lo contrario, es una persona que finge poder ayudar a otros a sanar lo que no ha podido sanar en sí mismo.
Es importante saber que la ayuda externa que te puedan brindar, está siempre basada en su visión parcial, creada a partir de sus propios conflictos, por lo tanto es una verdad relativa a la tuya. Hay que tomar dicha ayuda solo como una opinión más, que te ayude a resolver, por ti mismo, los problemas. Podemos mencionar aspectos fundamentales que deben estar resueltos como el alimento, vestido, habitación, libertad, seguridad, comunicación, honestidad, respeto, integridad, entre muchos otros. Cómo podría alguien que no es libre ayudar a otra persona a ser libre?
Si quien está leyendo este escrito es terapeuta, guía, o piensa serlo en algún momento, y además quiere hacerlo bien y desde la mejor intención, mi consejo es que se propicie una sanación interna que le permita entender más al otro, al haberse entendido antes a sí mismo, que se descarte el juicio a los demás, entender que el problema del otro ayuda a ver los propios aspectos ocultos, al ser reflejo de espejo.
Y recuerde que el problema de uno es el problema de todos.